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ANÁLISIS DE MATERIALES DIGITALES.

¿MATERIALES EDUCATIVOS, MATERIALES DIDÁCTICOS?

Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad
innata de aprender y en el deseo de saber que la anima, en que hay cosas
(símbolos, técnicas, valores, memorias, hechos…) que pueden ser sabidos y que merecen
serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por
medio del conocimiento. De todas estas creencias optimistas puede uno muy bien descreer en privado, pero en cuanto intenta educar o entender en
qué consiste la educación no queda más remedio que aceptarlas. Con
verdadero pesimismo puede escribirse contra la educación, pero el
optimismo es imprescindible para estudiarla… y para
ejercerla. Los pesimistas pueden ser buenos domadores pero no buenos maestros.

Fernando Savater

Hacia una definición de materiales educativos:
Podemos definir materiales educativos desde dos posturas:

Según la semiótica estructuralista el texto es una matriz abierta e incompleta, una fuente de diálogo permanente. Roland Barthes (1987)[1], uno de los principales exponentes de esta corriente, reconoce en el texto una pluralidad de sentidos: Según este autor, la unidad del texto no se encuentra en su origen (el autor) sino en su destino (el lector). Pero no se trata de un receptor individual sino colectivo que es portador de las huellas de la cultura. Umberto Eco (1979)[2], otro exponente de esta corriente, sostiene que el texto es una articulación expresiva compleja que implica para su interpretación la cooperación entre un “autor modelo” y un “lector modelo” que complete activamente las hipótesis interpretativas que el texto ofrece.
El segundo supuesto que fundamenta esta concepción de los materiales educativos proviene de las Teorías del Aprendizaje. Mientras que para el Conductismo existe una relación causal entre la enseñanza y el aprendizaje, para las Teorías Cognitivas y el Constructivismo esta relación no es tan lineal.
Tal como plantea Fenstermacher (1989)[3], si bien las prácticas de enseñanza y aprendizaje se encuentran estrechamente ligadas, no están mutuamente determinadas. No toda vez que un docente enseña necesariamente el alumno aprende aquello que se quiso transmitir. En este mismo sentido, los aprendices se enfrentan a un material con esquemas cognitivos, guiones mentales y conocimientos previos. Y elaboran la información nueva resignificando la anterior. Se trata de un proceso activo de construcción del conocimiento que escapa al control de quien enseña (ver Hernández Rojas, 2001).





[1] Barthes, R. (1987) "La muerte del autor" en El susurro del lenguaje. Barcelona: Paidós.

[2] Eco, U. (1987) Lector in fábula: la cooperación interpretativa en el texto narrativo. Barcelona: Lumen.

[3] Fenstermacher, G. (1989) “Tres aspectos de la filosofía de la investigación sobre la enseñanza”, en: Wittrock, Merlin, La investigación de la enseñanza I. Enfoques, teorías y métodos, Barcelona, Paidos/MEC.

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